FESTIVIDAD DEL DIA DE LA VIRGEN

Feria y fiestas patronales.

     Desde muy antiguo, las fiestas celebradas en honor de Ntra. Excelsa Patrona la Virgen de la Sierra, se venían festejando en el Santuario, del 8 al 15 de Septiembre. Es a partir de los primeros años de la década de 1840, cuando por profunda reparación del Santuario, como más adelante veremos, nuestra Celestial Patrona viene al pueblo por primera vez, y finalizadas las obras regresa a su Santa Casa el 7 de septiembre de 1844. Es a partir de 1848, cuando este año, baja por segunda vez a la localidad para ser festejada aquí, previa autorización del Gobernador Civil. Por la petición que se hizo a la Reina Isabel II, en mayo de este último año referido, y en febrero de 1849, contesta concediendo festejarla en la villa todos los años, coincidiendo con las mismas fechas, así como la autorización del Sr. Duque de Híjar.

     Actualmente, en torno a las fiestas patronales del pueblo de Villarru­bia, se organizan una serie de actos culturales que empezando por el día de la Juventud, en el que es elegida la Reina de las Fiestas, y pasando por la traída de la Sagrada Imagen de la Virgen, Misas y Novenario en Su honor, la semana cultural en la que se cele­bran concursos de bailes regionales y otras actuacio­nes programadas para los niños y las personas de más edad, con la coronación de la Reina y el Pregón de Fiestas; llegamos al día principal del 8 de Septiembre.

     Este día, que se conmemora el Aniversario de Su Nacimiento, Nuestra Madre Morena está engalanada, radiante de alegría al ver a sus fieles hijos de Villarru­bia a Su alrededor. Ella extiende su Manto para cubrirnos y proteger­nos a todos, tanto a los que han tenido la suerte de permanecer aquí como a los que volvemos para estar junto a Ella este día.

     Empieza el día con un alegre despertar sonando la diana con la banda de música por las calles. A las 12 de la mañana, tiene lugar en la Iglesia Parro­quial la Solemne Eucaristía en honor de Nuestra Patrona, que aglutina a gran cantidad de fieles ávidos de Su protección. La tarde-noche se culmina con la procesión de la Venerada Imagen, presidida por las Autorida­des Eclesiásticas y Civiles.

      Dentro del marco festivo, el pueblo se ha predispuesto a engala­nar sus hábitos y costumbres para acoger en el seno de su fraternal vecindad el reen­cuen­tro entrañable con los familiares y amigos que en estos días festivos nos visitan. La participación en las diversas actividades progra­madas para el regocijo común, redunda en el enrique­cimiento espiritual de todos los habitan­tes.

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